jueves, 10 de mayo de 2012

fisiologia

El aparato digestivo se extiende desde la boca hasta el ano. Su función consiste en recibir los alimentos, fraccionarlos en sus nutrientes (digestión), absorber dichos nutrientes hacia el flujo sanguíneo y eliminar del organismo los restos no digeribles de los alimentos. El aparato digestivo se compone del tracto gastrointestinal, formado por la boca, la garganta, el esófago, el estómago, el intestino delgado, el intestino grueso, el recto y el ano, y también incluye órganos que se encuentran fuera del tracto gastrointestinal, como el hígado, la vesícula biliar y el páncreas.

Boca, garganta y esófago

La boca, cuyo interior está recubierto de una membrana mucosa, constituye la entrada de dos sistemas: el digestivo y el respiratorio. En ella acaban los conductos procedentes de las glándulas salivales, situadas en las mejillas y debajo de la lengua y de la mandíbula. En el suelo de la cavidad oral se encuentra la lengua, que se utiliza para saborear y mezclar los alimentos. Por detrás de la lengua se encuentra la garganta (faringe).

El gusto es detectado por las papilas gustativas situadas en la superficie de la lengua. Los aromas son detectados por receptores olfatorios situados en la parte superior de la nariz. El sentido del gusto distingue solamente los sabores dulce, amargo, agrio y salado. El sentido del olfato es mucho más complejo, siendo capaz de distinguir gran diversidad de olores.

Los alimentos se cortan con los dientes delanteros, llamados incisivos, y se mastican después con los molares. De este modo el alimento se desmenuza en partículas más fáciles de digerir. La saliva que procede de las glándulas salivales recubre estas partículas con enzimas digestivas. Este es el momento en que comienza la digestión. Entre las comidas, el flujo de saliva elimina las bacterias que pueden dañar los dientes y causar otros trastornos. La saliva también contiene anticuerpos y enzimas, como la lisozima, que fraccionan las proteínas y atacan directamente las bacterias. La deglución se inicia voluntariamente y se continúa de modo automático. Para impedir que la comida pueda pasar a la tráquea y alcanzar los pulmones, una pequeña lengüeta muscular llamada epiglotis se cierra y el paladar blando (la zona posterior del techo de la boca) se eleva para evitar que la comida entre en la nariz.

El esófago es un tubo muscular que conecta la garganta con el estómago. Está recubierto interiormente de una membrana mucosa. El alimento baja por él debido a unas ondas rítmicas de contracción y relajación muscular llamadas peristaltismo.

prevencion de enfermedades

 
Existen muchas enfermedades del aparato digestivo que requieren el cuidado clínico de un médico o de otro profesional del cuidado para la salud. Se deben establecer normas para prevenir malestares del aparato digestivo. En líneas generales, lo primero que se recomienda es evitar toda clase de abusos, tanto en la comida como en la bebida.
- Lavarse las manos antes de ingerir alimentos. Cuidar mucho la higiene y calidad de los alimentos que se ingieran, evitar el consumo excesivo de irritantes como el chile o el café, de productos con muchos conservadores y colorantes, de alimentos fritos, con exceso de grasa o preparados con poca calidad higiénica, como los que se venden en la calle.
- El cigarro y el alcohol se relacionan fuertemente con la gastritis, por lo que se debe evitar su uso y consumo.
- Evitar la automedicación y dejar de tomar aspirinas o fármacos antiinflamatorios. Si son necesarios, pedir al médico algún complemento para contrarrestar el efecto dañino y en tal caso, elegir los que vienen con capa entérica, es decir en cápsulas o si no tiene predisposición a los lácteos, consumir mucha leche.
- Evitar el estrés, lo más que se pueda, descansar al menos 8 horas diarias, alimentarse tres veces al día, incluyendo en los alimentos frutas y verduras frescas y respetando en la medida
- Comer una dieta equilibrada que incluya frutas, vegetales y granos enteros.
- Beber suficiente líquido.
-Hacer ejercicio regularmente.

alimentacion


 
Los alimentos nos proporcionan las sustancias necesarias para crecer y la energía que necesitamos para estudiar, andar...
Podemos agrupar los alimentos en:
Grupo 1:
Son la leche y todos sus derivados como el queso, el yogur…
Los alimentos del grupo 1 son buenos para nuestros huesos y músculos.
Grupo 2:
Son la carne, el pescado, los huevos y las legumbres. Necesitamos comer
alimentos del grupo 2 para crecer fuertes y sanos.
Grupo 3:
Son el arroz, la pasta, el pan, los dulces y el azúcar. Estos alimentos nos dan
la energía que necesitamos.
Grupo 4:
Son las frutas y las verduras. Necesitamos comer alimentos del grupo 4
porque tienen muchas vitaminas.